Ovejo: un lugar para tomar un café, unos tragos y una buena charla
- attraversiamoxivala
- 14 sept 2017
- 2 Min. de lectura
En la zona T de Bogotá se encuentra Ovejo, un lugar con un ambiente agradable, buena música y comida artesanal.

Desde la entrada el lugar promete un buen rato con amigos, familia o pareja. Entre las melodía de Only a River de Bob Weir y el olor a carne asada y papas recién preparadas, nos encontramos con una decoración de muros de ladrillo rústico, muebles diferentes los unos de los otros, árboles dentro del restaurante y una barra grande de madera que cubre toda una pared bajo un techo de vidrios que permiten ver el cielo bogotano.El menú del restaurante ofrece buenas bebidas y comida clásica al estilo norteamericano para acompañar un buen rato. Encontramos hamburguesas, tanto las tradicionales con carne de res como vegetarianas todas en pan artesanal, alitas de pollo, papas fritas, varias opciones de sándwichs y pastelería artesanal. Ovejo no tiene una carta muy extensa, está simplemente dividida entre comida rápida y pastelería, pero eso no es problema ya que este lugar es más reconocido por su 'WhiskyBar'.
A pesar de su menú con comidas bastante comunes y tragos deliciosos y variados, la atención del lugar no es muy buena. Al entrar a Ovejo, un mesero amablemente coloca la carta en la mesa y se retira para permitir a los comensales escoger qué comer y tomar. Sin embargo, luego de un largo tiempo de más o menos 15 o 20 minutos, el mesero no se acerca a la mesa ni presta mucha atención a los llamados que se le hacen.
Con respecto a los precios del lugar, la comida oscila entre los 4.000 pesos, en postres y acompañamientos, y los 18.000 pesos, cantidad monetaria encontrada entre las hamburguesas y sandwiches, precios razonables teniendo en cuenta el tamaño y sabor de cada uno de los productos. Entre las bebidas alcohólicas los precios varían dependiendo de la marca y el tipo de licor. Cada uno de los cocteles que se logró avistar lucía agradable y provocativo, rasgo que llamaba la atención entre los clientes ya que la gran mayoría pedía alguna de estas bebidas.
Ir a Ovejo es un plan muy bueno para despedir la tarde y saludar la noche entre unos buenos tragos, una buena hamburguesa y grandes amigos.
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